Artémides conoció a los salesianos en Bahía Blanca, donde había llegado en 1897 junto con su familia. Lamentablemente, muchos inmigrantes perdían el valor de la fe, absorbidos por el trabajo y los problemas que encontraban. Pero los Zatti, gracias a Dios, fueron una excepción”, recordó el papa Francisco en la celebración de la canonización en 2022.
“En esa pequeña porción de tierra de la Patagonia donde transcurrió la vida de nuestro santo, volvió a escribirse una página del Evangelio: el Buen Samaritano encontró en él un corazón, unas manos y una pasión, principalmente para los pequeños, los pobres, los pecadores y los últimos”, destacó el Papa.
“Para atender a los enfermos en su domicilio recorría la ciudad en bicicleta e, incluso, cruzaba Río Negro para llegar a Patagones. Vestido con la bata y llevando el maletín con medicinas e instrumentos, sostenía el manubrio con una mano y con la otra desgranaba las cuentas del Rosario